domingo, 26 de julio de 2015

EXTRAÑÁNDOTE, OLVIDANDOTE


La soledad, mi compañera
altera más mi percepción
encontrando belleza en lo mórbido e inusual.

Aumenta la sed, el hambre de ti,
de tus besos, de tu ser.

Pido un exorcismo de tu recuerdo,
tu triste memoria.

El olvido llega a mí,
y se fusiona lentamente con la indiferencia.

Un recuerdo lucha por mantenerse con vida,
pero el cruel paso del tiempo lo vuelve cenizas
las cuales ya sin fuerza alguna
desaparecen con el viento

sin rencor, ni tristeza, ni amor...

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