miércoles, 28 de diciembre de 2016

La navidad de Creepypasta Latino

Como cada año se debía celebrar una cena navideña en Creepypasta Latino y se elegiría al azar quien debía organizarla, la encargada de este año resultó Fairuza, ella se rehusó completamente alegando que estas fechas la ponían bastante mal y que no le gustaba ver a nadie durante ellas, sin embargo todos se negaron a repetir el proceso de elección y ella tuvo que aceptar a regañadientes. Pensó que si querían una cena navideña se las daría, pero a su manera…
Los invitó a su casa que se encontraba al sur de la ciudad, tuvo que mandar un automóvil por ellos debido a que el acceso era un poco complicado y el transporte no llegaba hasta ese punto, no les fue difícil comprender porque: no había rastro de civilización y era la única casa que había al menos en un kilómetro.
Asistieron la mayoría, a excepción de Phoenix, Iris, Joy y Mayiru, de los cuales no sabían nada desde una semana antes, probablemente evitaban sus teléfonos por pereza a asistir. Fairuza les había informado que tanto la decoración como la cena tendrían una temática gore así que no debían sorprenderse.
Entraron a la casa encontrándose efectivamente con una decoración interesante, del techo colgaban intestinos a la manera de escarcha y de ellos pendían unos ojos con leds en el iris y al lado de uno de los sillones se alzaba un hombre desnudo empalado en una larga estaca de madera con esferas incrustadas en él y en la punta de la estaca que salía de su boca (o lo que quedaba de ella pues su rostro había sido desollado) se le había colocado una estrella. Siluú se acercó a él emocionada.
-¡Qué realista! ¿Con qué lo hiciste? – preguntó a la vez que lo tocaba, mientras los demás se acercaban también.
-Tengo un amigo que es un buen artista – respondió ella orgullosa.
-Su pelo de poodle me recuerda a Phoenix – observó Oblivion – Que mal que el puto no quiso venir – todos los presentes asistieron con la cabeza.
Fairuza los invitó a pasar al comedor donde la cena los aguardaba, había diversos platillos en la mesa pero apenas los notaron debido a que en el centro se encontraba una mujer decapitada y perfectamente asada.
-¡Yo quiero sus boobs! – se apresuró a decir Kiroz y se acercó a verla.
-¿Es comestible? – preguntó Tania intrigada, ese pequeño, femenino y juvenil cuerpo le parecía extrañamente familiar.
- Por supuesto, ¡es carne! – pronunció Fairuza divertida, los invitó a tomar asiento y cortó trozos de aquel cuerpo para servírselos y ellos la felicitaron por el realismo de esa cena.
Terminaron de comer y se quedaron platicando largo rato de trivialidades hasta que su anfitriona les preguntó si querían romper la piñata, eso les pareció una idea bastante infantil y más proviniendo de ella pero accedieron; ella los llevó a su patio trasero donde había una mujer desnuda colgante con la cabeza cubierta y que tenía el abdomen cosido por la mitad.
-Tu amigo el artista tiene un problema con los rostros, ¿verdad? – preguntó Eru suspicaz.
-Es bueno con los cuerpos pero malo con las cabezas – respondió Fairuza con una sonrisa.
Bafometh fue el primero en golpear esa curiosa piñata sin conseguir liberar su contenido, luego siguió Hazuu que golpeó tan fuerte como pudo abriendo un poco las costuras y liberando algunos dulces que Miss Strange se apresuró a recoger notando que estaban cubiertos por un líquido rojizo pero hizo caso omiso de esto y los comió. Lady Astrid fue la que por fin liberó el contenido de aquel cuerpo dejando caer un montón de dulces cubiertos de una ligera capa de líquido viscoso además de lo que parecía un hígado, un corazón y un riñón; todos se abalanzaron más que nada sobre los últimos tres.
Con su dulce botín Fairuza los condujo de nuevo a la sala y les informó que les tenía algunos obsequios, los más destacados fueron: un feto bicéfalo para †, un libro encuadernado con la piel de un pecho femenino para Kiroz y unos ovarios en una lámpara de lava para Siluú. Todos quedaron bastante conformes.
Su anfitriona consideró que era tiempo de brindar así que fue a buscar vino y algunas copas al mismo tiempo que Kiroz decidió ir al baño, los restantes se quedaron observando los regalos, Bafometh tomó el libro de Kiroz y pensó que el lunar que tenía aquel pecho lo había visto en alguien más, de pronto lo recordó: Iris. Les comunicó sus sospechas a los demás, Tania comentó el parecido que tenía la cena con el cuerpo de Mayiru (aunque no explicó como es que sabía esto) y recordaron el comentario de Oblivion sobre el cabello del supuesto maniquí empalado. Salieron sigilosamente al patio y descubrieron la cabeza de la piñata antropomorfa, miraron con terror un rostro que reconocían aun con ese tono verduzco y con esa retorcida mueca de dolor, era Joy; horrorizados salieron corriendo de aquella casa.
Cuando Fairuza volvió con el vino y las copas la sala estaba desierta hasta que Kiroz salió del baño.
-¿Dónde carajo están todos? – preguntó él mientras Fairuza le dirigía una sonrisa perversa.
-No sé porque odiaba tanto la navidad, la verdad es que la estoy disfrutando bastante – dijo ella acurrucando su cuerpo desnudo junto al cadáver de Kiroz que portaba únicamente un gorro navideño y siguió mirando “Gremnlins” mientras en su chimenea colgaban las cabezas de Bafometh, Siluú, Oblivion, Eru y Hazuu.


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