domingo, 1 de junio de 2014

GABRIELLE


Oh mi dulce Gabrielle,
Hermoso ser de rubia cabellera y enormes ojos,
Eres el único rastro de pureza en mi corrupta vida,
Eres el maravilloso ángel
que ha descendido a enmendar mi sendero del mal.

Tú, con tu celestial presencia,
Tu inocente rostro
Y tu mente sin mancha alguna.

Tu piel es el mármol más fino
Y tus labios, ¡ah!
Ellos no pueden ser otra cosa que cerezos en flor,
Tu inmaculada belleza confunde mi mente,
Deseo protegerte de la perversidad del universo
Y a la vez quiero poseerte con todas mis fuerzas.

Debo mantenerme alejada de ti Gabrielle
De tu tierna voz y tu gran afecto,
Debo marcharme lejos

Pues yo, tu protectora, soy tu mayor peligro.

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