-¿Qué diablos te pasó en el ojo? - le preguntó Alice a su mejor amiga, a la cual parecía que le habían propinado una buena paliza.
-Si te lo contara no me lo creerías...
-Vamos, te conozco desde la primaria, sabes que puedes contarme lo que
sea.- su interlocutora meditó un poco hasta que por fin se decidió a hablar.
-Bien... ¡cumplí mi fantasía! ¡La de Bundy!
-¡Pero es imposible! - argumentó ella completamente incrédula.
-Eso creí yo, ¡pero sucedió! no lo sé...conocí un lugar bastante
extraño, podría decir que tiene algo de sobrenatural.
-¡Dame la dirección!
-¿Qué piensas hacer?
-No puedo decirte, pero sé que si pudieron conseguirte a Bundy podrán
satisfacerme - tras toda clase de chantajes para que le revelara su fantasía
sin conseguirlo, su amiga le proporcionó la dirección y las indicaciones
pertinentes, omitiendo por supuesto la parte del pago. Una hora después Alice
ya estaba de camino al lugar, tenía algo muy claro en mente, o mejor dicho a alguien:
su padre.
Sus progenitores se
habían divorciado cuando ella tenía once años, no entendía porque, ellos
parecían amarse demasiado y nunca los vio discutiendo, se quedó al cuidado de
su madre que se negó a darle explicaciones, lo único que llegó a decirle fue la
gastada frase "él no era quien yo pensaba"; Alice asumió que se había
tratado de adulterio y dejó de hacer preguntas.
Descubrió la verdad
cuatro años después debido a su perversa amiga que le envió "un video muy
interesante", en él aparecía una mujer extremadamente delgada siento
penetrada brutalmente por un hombre con un miembro tan gigantesco que se le
marcaba a la chica en el vientre, parecía que en cualquier momento la piel se
le destrozaría y aquel pene saldría ensangrentado como en aquella escena de
"Alien".
En definitiva se
trataba de un espectáculo entretenido, sin embargo lo que realmente la
impresionó fue el momento en que se amplió la toma y reconoció a su padre como
aquel folla-anoréxicas. Se dijo que era imposible, leyó los comentarios bajo el
video averiguando que aquel sujeto se hacía llamar "Nacho Sixxx", una
rápida búsqueda en google confirmó sus sospechas, se trataba de Ignacio Borges,
su padre. Tal parecía que era toda una celebridad en el porno bizarro, se
dedicó a mirar sus videos, hacía de todo: coprofilia, necrofilia, formicofilia,
incluso había hecho un trío con un perro y una enana sadomasoquista. Ahora
comprendía porque su madre se había escandalizado, sin embargo a ella le
pareció sumamente excitante y habitualmente fantaseaba con participar en uno de
sus peculiares videos, aunque por supuesto se había contenido de comunicarse
con él por temor a su reacción y a que su madre pudiera enterarse, pero ahora
que se presentaba la oportunidad no pensaba desperdiciarla.
La entrevista con Liss
le resultó sumamente distrayente pues la europea llevaba un minúsculo vestido
con un pronunciado escote delantero que apenas cubría sus grandes y firmes
pechos. Por su parte Alyssa encontraba bastante molesta por tener que vestirse
como mujerzuela, así que decidió terminar rápidamente aquella conversación con
esa adolescente delgada y bajita que poseía una melena pelirroja leonina que le
llegaba hasta los hombros, pensó que lucía como una tutsy pop y a pesar de su
mal humor esbozó una sonrisa.
-Señorita Borges, ¿en qué puedo ayudarla?
-Me gustaría tener sexo con mi padre - dijo ella sin titubear, el rostro
de Liss no se inmutó ante la incestuosa frase, era algo sumamente común en su
trabajo - se llama Ignacio Borges, aunque es mejor conocido como Nacho Sixxx.
-¿El actor porno? - ésta vez sí podía percibirse un ápice de sorpresa e
interés en la expresión de Liss, Alice asintió casi orgullosa - bien, será un
honor tenerlo en mi burdel, soy admiradora de su trabajo y no había tenido la
oportunidad de colaborar con él. ¿Ha pensado en algún escenario en específico?
-Sí, un circo, pero no como uno de los actuales si no estilo antiguo,
con fenómenos.
-Ahora es un poco despectivo llamarlos de esa forma, pero entiendo a lo
que se refiere, ¿está interesada en alguna deformidad en particular?
-No, sorpréndeme, con unos tres o cuatro bastarán, además me gustarían
un par de animales y un disfraz de arlequín.
-De acuerdo, su habitación estará lista en una hora y media
aproximadamente, durante ese tiempo puede presenciar nuestro espectáculo del
día y posteriormente acudir a nuestra bodega de vestuarios para escoger su
atuendo, la maid la conducirá a donde guste.
-Sólo una cosa más, no le mencione quien soy. Quiero que todo el asunto
se maneje como si estuviera grabando otro de sus videos. - Alice había decidido
que quería darle la sorpresa ella misma, antes de retirarse quiso despejar una
duda, odiaba quedarse con la curiosidad - Disculpa la pregunta, pero... ¿siempre
recibes a los clientes vestida de esa forma?
- Por fortuna no, a uno de nuestros usuarios frecuentes se le ocurrió
incluirme en su fantasía y bueno...tengo que encontrarme con él en un momento.
- Liss condujo a la chica a la salida de su oficina y le presentó a la pequeña
maid.
La joven de la enmarañada
cabellera llegó cuando el espectáculo ya había comenzado así que no pudo
sentarse hasta el frente como le hubiera gustado, no obstante el lugar no era
demasiado grande así que tenía buena visibilidad, además reconoció de inmediato
la canción que estaba sonando, se trataba de un extraño remix de "Sisters
of the Light" de Xandria con música oriental.
En el escenario se
encontraban un par de gemelas de piel morena con tintes dorados, llevaban
atuendos de belly dance góticos y portaban vistosas joyas sobre la cabeza, los
antebrazos y los tobillos, a Alice le parecieron como princesas hindúes de
inigualable belleza y delicada figura; cuando por fin pudo desviar la mirada de
aquellas hipnóticas mujeres de minúscula cintura pudo ver que sobre ellas había
un hombre corpulento boca abajo sostenido únicamente por cuatro ganchos que se
habían clavado en los extremos de su espalda y que a sus costados pendían un
par de largos trozos de tela violáceos.
Las chicas bailaban tan
coordinadamente que una persona poco observadora podría creer que se trataba de
una sola mujer frente a un espejo, por supuesto la ilusión se perdió cuando una
de las chicas comenzó a envolver sus brazos con las telas y a elevarse sobre el
hombre que pendía del techo realizando toda clase de acrobacias con ayuda de
aquellos grandes listones. Por su parte la otra gemela caminó hacia un estante
lleno de largas varillas metálicas (el cual Alice no había notado hasta ese
instante) y tomó una de ellas sin dejar su danza ni siquiera cuando clavó aquella
varilla en el pecho del hombre colgante y algunas gotas de sangre la
salpicaron.
El hombre exclamó de dolor pero fue apenas audible por el elevado volumen de la música, ambas chicas seguían con el espectáculo, una contoneándose en el aire y otra sobre la plataforma mientras seguía clavando varillas cada vez más rápido en el torso del hombre que profería maldiciones a ambas chicas al tiempo que su sangre se derramaba sobre el escenario y la bailarina.
El hombre exclamó de dolor pero fue apenas audible por el elevado volumen de la música, ambas chicas seguían con el espectáculo, una contoneándose en el aire y otra sobre la plataforma mientras seguía clavando varillas cada vez más rápido en el torso del hombre que profería maldiciones a ambas chicas al tiempo que su sangre se derramaba sobre el escenario y la bailarina.
Cuando le hubo clavado
al menos veinte varillas que formaban un amplio círculo en su cuerpo continuó
su danza mirando a su hermana que se había elevado aún más enrollando la tela
desde sus tobillos hasta sus rodillas y que abruptamente se dejó caer sobre la
víctima de su gemela girando a causa de la tela que se desenvolvía, golpeó
directo en el centro del círculo que se había formado y atravesó el cuerpo
llenándose de sangre y vísceras, además de quedar rodeada por las varillas que
habían cedido junto con la piel.
Su gemela retiró algunas de las varillas, la ayudó a bajar y así, cubiertas del pegajoso líquido rojo, se besaron febrilmente para finalizar con una pequeña reverencia frente al público, que aplaudió hasta que les dolieron las palmas (incluida, por supuesto, Alice).
Su gemela retiró algunas de las varillas, la ayudó a bajar y así, cubiertas del pegajoso líquido rojo, se besaron febrilmente para finalizar con una pequeña reverencia frente al público, que aplaudió hasta que les dolieron las palmas (incluida, por supuesto, Alice).
El show había animado a
la pelirroja, ahora le correspondía representar su propio espectáculo, le pidió
a la maid que la dirigiera hasta lo que Liss denominaba la "bodega de
vestuarios", ésta en realidad lucía como los bastidores de un enorme
teatro, era más grande que el departamento donde ella vivía con su madre. Había
cientos de hermosos disfraces exquisitamente confeccionados, mas ella no se
dejó distraer de su propósito inicial y siguió buscando hasta que encontró un
magnífico atuendo de arlequín que al parecer era de su talla; se trataba de un
vestido corto con rombos en rojo y negro, un gorro de dos picos con cascabeles
en ellas y unas largas botas de puntas enroscadas.
Cuando se lo probó notó
que le sentaba a la perfección, era justamente lo que estaba buscando, para su
maquillaje escogió una mezcla entre un mimo y Emilie Autumn, finalmente se
colocó el gorro dejando que mechones de su alborotada melena emergieran de él.
Se miró complacida en un espejo de cuerpo completo y salió al encuentro de su
guía, era tiempo de acudir a su cita; la mujer le indicó que le correspondía el
cuarto -108 y le entregó una gran llave antigua.
Caminó velozmente el
largo tramo hasta la habitación -108 con el corazón acelerado, ésta tenía un
enorme portón de madera y en él una puerta de menor dimensión en la cual estaba
grabado el número. Estaba tan ansiosa que no pudo introducir la llave al primer
intento, cuando por fin pudo abrir la puerta sintió la fuerte oleada al aroma a
circo, una mezcla de palomitas de maíz, tierra húmeda, algodón de azúcar y
animales; inmediatamente después de percibirlo olfativamente, su vista lo
asimiló todo: los puestos de comida, los animales enjaulados y la gran carpa
con enormes carteles vintage que tenían dibujos de los fenómenos que se
presentaban en ella. Por último sus oídos percibieron la clásica e
inconfundible música alegre que representaba aquél lugar.
Se introdujo casi
corriendo en la carpa haciendo sonar sus cascabeles y se encontró con un amplio
lugar vacío a excepción de unos curiosos personajes que se encontraban en el
centro del lugar.
-Tu debes ser la directora, yo soy Nacho Sixxx. - se presentó su padre
disfrazado de domador de leones, Alice apenas contuvo las ganas de decirle que
ella bien sabía quien era y le siguió la corriente proporcionándole un nombre
falso "Arleen" - Te presentaré a nuestro equipo del día.
El actor porno comenzó
a hablarle del personaje más vistoso que se encontraba en el lugar: Betty, la
viuda negra; nombrada así por su gran parecido con Betty Page, su tendencia a
asesinar a sus amantes y por poseer tres pares de brazos que controlaba a la
perfección, como comprobó la chica cuando la saludó con todos los del lado
derecho. A su lado se encontraba el poderoso Magnus, una mole de dos metros de
alto y doscientos kilos de puro músculo que además tenía la peculiaridad de
tener dos penes, uno situado pocos centímetros encima del otro. Un metro
cincuenta más abajo de él se encontraba un enano bicéfalo hermafrodita, cada
uno de sus rostros parecía pertenecer a un sexo diferente y ambos lucían un
tanto aniñados haciéndolo parecer un infante deforme; respondía al nombre de
Glen&Glenda. Por último se encontraba reptando en el suelo Amelia, la
viperina; se trataba de una mujer sin brazos ni piernas que poseía una larga
lengua bífida y unos grandes y afilados dientes.
Además del bizarro
descrito, contaban con un camarógrafo, un león y un elefante, además de que
podían disponer de cuanto hubiera en el circo, la chica pelirroja quedó
bastante conforme y más aún cuando Ignacio le informó que todos tenían
indicaciones de hacer cuanto ella pidiera. Alice apenas podía controlar su
impulso de saltar sobre su padre y desnudarlo en ese preciso momento, sin
embargo uno de sus mayores placeres era el voyerismo así que igualmente
disfrutaría ver a aquellos extraños seres copular.
Asimiló enseguida su
rol de directora y les indicó como deseaba la primera escena además de
ordenarle al camarógrafo cómo debía grabarla. La mujer araña comenzó a besar
alternativamente las cabezas del enano mientras sus brazos lo despojaban de su
ropa dejando al descubierto su cuerpo de niño, a su vez Amelia se encontraba
realizándole una felación al león enroscando su larga lengua en su peludo
miembro y moviéndola ascendente y descendentemente hasta que el animal se
encontraba tan excitado que comenzó a inquietarse. Lo condujeron hasta Betty
que tenía sus seis brazos ocupados complaciendo a Glen&Glenda, estimulaba
su pequeño miembro y su vagina al mismo tiempo que acariciaba el resto de su
diminuto cuerpo, causando que sus dos cabezas gimieran de placer.
La mujer araña estaba
tan distraída que la penetración del león la tomó por sorpresa y soltó un
estridente grito, Nacho le propinaba fuertes latigazos al león para que la
embistiera cada vez más fuerte y éste en su excitación arañaba la espalda de la
mujer llevándose en sus garras trozos de su piel dejando en su lugar largas
líneas rojas de las que manaba sangre.
Perdida entre el placer
y el dolor, Betty comenzó a estrujar los cuellos del hermafrodita sin dejar de
estimular sus aparatos sexuales manual y oralmente, de lo contrario habría
notado como aquellos rostros aniñados cambiaban su tono rosado a uno violáceo
antinatural, sus globos oculares sobresalían rojizos sobre las cuencas y sus
regordetas manos se sacudían intentando liberarse. Estiró uno de sus brazos
para tocar la melena del león, atrayendo su cabeza a la suya y cuando él rugió
cerca de ella estalló en placer.
Cuando notaron que el
hermafrodita había muerto asfixiado, simplemente lo ignoraron, Alice se rehusó
a sacarlo de la escena, de hecho el asesinato de aquel pigmeo le dio la idea de
transformar su video del porno al gorno; le comentó su idea a Nacho al cual le
fascinó. Realmente aquellos engendros no le importaban, observar su
comportamiento sexual era entretenido y ciertamente estimulante pero su
objetivo real era el hombre disfrazado de domador.
- No será complicado, son un grupo autodestructivo. - le dijo con
convicción.
La siguiente escena
comenzó con la mujer araña siendo penetrada por los dos grandes miembros de
Magnus a la vez que Amelia lamía su clítoris con las puntas de su lengua
dividida. Ignacio - sujetando al león por su correa - se acercó a la gimiente
mujer que retorcía sus seis brazos de placer y comenzó a untarle los pezones y
el cuello con leche, provocando que la fiera lamiera su piel; la rasposa lengua
del animal le causaba un inigualable placer que fue transitoriamente de su
pecho hacia su cuello donde, inesperadamente, Nacho dejó caer una enorme
cantidad de leche causando que el león la lamiera con desesperación e incluso
comenzara a morder al clon de Betty Page arrancándole la piel mientras ella
intentaba apartarlo con sus seis brazos sin lograrlo; animado por el sabor de
la carne, la bestia no dejó de morder hasta que aquellos anormales brazos
dejaron de moverse y el domador lo apartó.
El cuerpo de la seudo
pin up lucía ahora semi decapitado pues el león había devorado sólo
parcialmente su cuello y la cabeza aún oscilaba apenas sostenida por mínimo
trozo de piel ante las embestidas de Magnus que seguía penetrándola sin
importarle si tenía cabeza o no. Así mismo, Amelia continuaba recorriendo aquel
cuerpo inerte con su larga lengua incluso con más entusiasmo ahora que se
encontraba ensangrentado, inconforme con la miserable cantidad de rojizo fluido
que podía lamer empezó a mordisquear las musculosas piernas de Magnus sorbiendo
la sangre que manaba de las heridas como una sanguijuela.
Cuando los reflejos
tardíos de Magnus lo alertaron de lo que estaba sucediendo enfureció, arrojó el
cuerpo de la mujer araña como si se tratara de una muñeca de trapo y cayó con
fuerza al suelo torciéndose de forma inhumana, irónicamente lucía como una araña
a la cual le habían aplastado la cabeza.
El musculoso hombre miró
al ser sin extremidades aún adherido a una de sus piernas, lo tomó de la cabeza
con una de sus gigantescas manos y lo llevó debajo del elefante, bastó con que
lo masturbara un poco con su mano libre para que reaccionara; sujetó a la
sanguijuela humana de los costados y la empaló en el gigantesco y áspero
miembro del paquidermo causando que la amorfa mujer emitiera escalofriantes
gritos de dolor. Él continuó empujando ese compacto cuerpo contra el animal con
tal ímpetu que de la boca de la chica comenzó a brotar sangre, probablemente
alguno de sus órganos internos se había destrozado pues no estaban
acostumbrados a albergar un huésped de tal magnitud. Calmada su ira, Magnus
dejó aquel cuerpo empalado que finalmente cayó cuando el elefante perdió su
monstruosa erección.
Con aquella mole
convenientemente agachada bajo el colosal animal y consciente de que era el
último de los fenómenos, Nacho le ordenó al elefante que corriera hacia él
aplastando al engendro restante como si se tratara de un insecto cualquiera.
Ahora sin aquellos
anormales seres (que habían resultado un buen incentivo) no había nada entre su
anhelado amante y Alice; ella le indicó al camarógrafo que podía retirarse y él
obedeció gustoso.
- Quiero que grabemos una sesión privada.- le dijo la pelirroja a Nacho,
el cual estaba ansioso por sacar el monstruo de treinta y cinco centímetros que
tenía bajo los pantalones.
Alice se aseguró de que
la cámara encuadrara lo que ella deseaba, pulsó el inconfundible botón rojo y
se acercó a Nacho con el corazón acelerado, se paró sobre las puntas de sus
pies para poder alcanzarlo y besó sus labios con ternura que se transformó
rápidamente en pasión, Nacho tomó una de sus pequeñas manos y la dirigió hasta
su abultada entrepierna.
A la joven le pareció
increíblemente grande, así que decidió mirarlo con sus propios ojos, lo despojó
torpemente de su ropa y así tuvo frente a su rostro el famoso pene de Nacho
Sixxx (quizá aún más famoso que él mismo), comprobó que lo que había visto en
los videos era cierto, aquello era gigantesco.
Lo tomó con ambas manos
y comenzó a lamerlo casi con devoción hasta que recuperó la compostura y trepó
al elefante con la agilidad de una gimnasta, haciéndole señas a su padre para
que la siguiera. Él obedeció sin perder su gran erección y al llegar hasta ella
la cargó con un brazo, despojándola de sus bragas y luego la colocó sobre su
descomunal miembro, a pesar de lo excitada que se encontraba debido al
espectáculo de los fenómenos, no pudo evitar sentir dolor cuando fue penetrada
por aquella bestia.
Examinó por un momento aquel
rostro que siempre había relacionado con una figura paterna y que ahora se
deformaba en muecas de gozo, no pudo más que sentirse aún más excitada y se
dejó llevar por el placer hundiendo la cara en aquellos fuertes hombros,
mordiéndolos con fuerza; los cascabeles de su gorro tintineaban cada vez más
rápido.
Su padre la hizo girar,
bajó la cremallera de su disfraz dejándolo caer y siguió follándola con ese inhumano
miembro desde detrás de ella, cargándola con el brazo izquierdo mientras que
con el derecho pellizcaba sus pezones o jugueteaba con su clítoris
alternadamente.
La chica del cabello
color sangre no tardó en alcanzar el clímax y emitió un potente grito de
placer, se liberó fácilmente de los brazos de aquel hombre, descendió del
elefante (que seguía sin mostrar señas de que le importara un carajo lo que
ocurriera sobre él) y se dirigió hacia un juego para probar la fuerza con un
martillo que estaba junto a una serie de artículos de magia.
El ansioso porn star la
siguió sin titubear, Alice tomó unas esposas de entre el equipo de magia y le
ordenó a Nacho que se sentara en la parte del juego que golpea el martillo, le
esposó los brazos detrás de la espalda y se aseguró de que la cámara lo
enfocara correctamente.
Se acercó
seductoramente a su progenitor y recorrió lentamente su miembro con su lengua,
debido al maquillaje y el gorro que aún conservaba, Ignacio no pudo evitar
recordar a una sensual villana de DC Comics; hasta que por supuesto ella se
detuvo cuando él estaba por estallar, empezó a quitarse el maquillaje con las
manos y notó que se trataba de su única hija, aquella que había preferido
abandonar en lugar de retirarse de la pornografía.
- ¿No eres demasiado joven para hacer porno? - fue lo primero que se le
ocurrió preguntar de entre la maraña de dudas que llegaron a su mente. Alice lo
miró al principio confundida por su pregunta y luego emitió una sonora
carcajada.
- ¿Es eso lo único que te importa? ¿Qué soy demasiado joven? - Alice
volvió a reír desquiciadamente, tomó el enorme martillo que se encontraba al
lado del juego y golpeó con fuerza el pene aún erecto de su padre, ocasionando
su uretra expulsara un chorro de sangre y que Ignacio Borges gritara como jamás
en su vida. - Luego de abandonarme tantos años y de follarme, ¿es todo lo que
te preocupa? - la chica dejó de sonreír y no le permitió contestar, pues reunió
toda la fuerza que tenía en su pequeño cuerpo y golpeó la cabeza de su padre
con el pesado martillo, primero del lado izquierdo y luego del derecho,
destrozándole la mandíbula y rompiéndole numerosos dientes.
Dejó
caer el martillo e hizo una reverencia ante la cámara como había visto hacer a
las gemelas un par de horas antes. Volvió a ponerse su hermoso disfraz de
arlequín y salió de aquél lugar dando pequeños saltos de felicidad; había
quedado definitivamente complacida. Fuera la esperaba la maid que le informó
que era tiempo de saldar su deuda, la condujo hasta una habitación sin número y
la dejó sola.
La chica se introdujo
en aquel cuarto pobremente iluminado y siguió una pequeña luz parpadeante que
identificó como la luz de una cámara que se encuentra grabando, fue sorprendida
por unos grandes brazos que la desnudaron y la llevaron hasta una enorme diana
en la que sujetaron sus extremidades con brazaletes metálicos, la hicieron
girar hasta que estuvo de cabeza.
La confusión y el asco
se apoderaron de ella cuando apareció frente a ella el enano bicéfalo que creyó
muerto, se encontraba desnudo y comenzó a recorrer su rostro con su pequeño y
flácido pene, mientras ella movía su cabeza intentando esquivarlo sin lograrlo
del todo. Apareció arrastrándose la viperina que le lamió un ojo con lascivia,
Alice soltó un grito de repulsión, aquellas criaturas eran entretenidas para
observarlas pero tenerlas cerca era simplemente horrible, sacudió sus brazos y
piernas intentando liberarse pero lo único que logró fue mover ligeramente la
diana.
De pronto notó como
volvían a girarla y creyó ilusamente que la liberarían, sin embargo al mirar
hacia el frente vio que su tortura apenas comenzaba. La mujer araña se encontraba
portando seis dagas, una en cada mano; Alice suplicó por su vida, "yo no
les hice nada, fueros ustedes mismos", dijo una y otra vez sin que nadie
le respondiera.
La primera daga rasgó
uno de sus muslos, dejando expuesto músculo y tejido adiposo, ella se retorció
de dolor provocando que la diana girara; la segunda daga se clavó entre sus
costillas perforando uno de sus pulmones, la chica no dejaba de llorar y gritar
que la soltaran pero contrario a eso, Betty lanzó la siguiente daga que se
clavó en su pezón izquierdo provocando un nuevo aullido de dolor; la cuarta
daga fue a dar directamente a su ojo derecho del que manó abundante sangre, la
quinta acertó en su pequeño clítoris, la voz de la joven se había tornado ronca
de tanto gritar, así que la mujer de seis brazos se decidió a terminar con su
sufrimiento; la última daga perforó su yugular y la sangre bajó como una cascada
bañando su delicado cuerpo; mientras la vida abandonaba el cuerpo de la chica,
ella sólo podía pensar que aún con el insoportable dolor, aquello había valido
la pena.
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De entre una aniñada
cama de cortinas de seda colgantes surgió un horrible grito de terror, se
trataba de Alice que se había despertado de lo que creía que era el sueño más
fantástico y macabro que jamás tendría, corrió entusiasmada a buscar su diario
para escribirlo antes de comenzar a olvidar los detalles. Al llegar a su
librero vio entre sus libros un DVD que nunca había visto, era una caja negra
sin portada, la abrió con curiosidad y encontró una pequeña tarjeta que decía:
El burdel de las parafilias.
Sorprendida miró bajo
su camisón buscando alguna herida, encontrando únicamente una pequeña cicatriz
entre sus costillas. Caminó hasta su clóset, guiada por un extraño impulso, y
encontró en él aquél hermoso disfraz de arlequín. Sonrió ampliamente, aquella
tarde volvería a usarlo y se masturbaría viendo el video, una y otra vez.
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